Durante los últimos años y en vista de los cambios que nos acontecen a diario vertiginosamente, hemos comprendido que la idea temporal del tiempo circular ha cambiado, y que vivimos cada vez más en un tiempo en espiral capaz de llevarnos hacia otros lugares posibles, quizá para partir desde cero hacia lo que se puede proyectar. El único espacio posible en el presente y futuro cercano será el del cambio, la transformación y el resguardo de parte de lo que ha quedado para lo que vendrá; para dar vida a lo nuevo y volver a crear dejando atrás la copia de la copia y la cultura del miedo en que hemos estado. En nuestra vida común, el trauma pasado y el limbo de incertidumbre, la desconfianza en el otro, el estado de violencia e inseguridad permanente, y la sensación de pérdida de voluntad ante un sistema en colapso, son algunos de los síntomas que la actual sociedad del cansancio (Byung-Chul Han) evidencia cotidianamente en un mundo corrupto, desafectado, de extracción extrema e indolentemente capitalizado. En esta compleja trama, buscando la reinvención desde un estado de fragilidad inminente, es imposible no preguntarnos: ¿cómo protegernos y construir refugio desde la ruina? ¿qué rescatar y atesorar del naufragio existente? ¿cómo resguardar y resguardarnos para dar tregua y respiro antes de refundar?