Para este trabajo, la artista entregó una encuesta sobre hábitos de consumo frente a las artes visuales, a ser llenada por cualquier persona que habitara las calles cercanas a la galería, y depositadas en la pequeña vitrina que había sido acondicionada como buzón de recepción. Al finalizar la exposición, de las 230 encuestas distribuidas sólo 7 fueron obedientemente contestadas y depositadas al interior de la vitrina. Sin embargo, los transeúntes que a diario circulan por este lugar (Plaza Aníbal Pinto) fueron depositando de manera espontánea diversos tipos de objetos que resultaron ser elementos de comunicación mayor y más interesantes que las invitaciones diseñadas para cumplir semejante objetivo: el de establecer un vínculo con el público.
Soledad Novoa Donoso [Fragmento texto “16 boletos de micro”]