Instalación de video a dos canales en blanco y negro sin audio, en dos monitores de video de 60”, escombros y plástico.
La obra es un apéndice al proyecto expositivo “Reflex. Un jardín y otras cosas que atesorar” [MAC Museo de Arte Contemporáneo, Santiago, Chile], en una vuelta desde la creación del posible lugar propio -el propio jardín-, hacia la pérdida en esa búsqueda. Reflex. Epílogo, indaga en los espacios de ausencia, en la deriva perdida durante el viaje fracasado que ha dejado todo en punto muerto, en un conjunto de imágenes audiovisuales, pero de alta carga fotográfica, que construyen una narración fuera de guión, una historia imprecisa pero familiar, un díptico mareado entre la mirada alejada y una realidad que se expresa desde ´la decadencia y caída de la economía espectacular y mercantil´” (Debord).
Videoinstalación. Video a dos canales sin audio [6,35´ loop] sobre escombros y plástico con medidas variables en montaje.
Tanto las piezas de video que forman el díptico audiovisual como su montaje en sala evocan la inestabilidad latente y la ruina de aquella ausencia perturbadora, signos mezclados en imágenes seductoras que parecieran ser el principio de una historia que -finalmente- no se cuenta jamás. Imágenes realizadas en un trabajo de documentación-ficción a modo de archivo conteniendo una violenta calma, un silencio en la desolación que tensiona por justamente aparecer tan extranjero al fenómeno de aglomeración y aceleración actual. El epílogo planteado resulta ser todo lo contrario al final de una historia o un desenlace de lo que estuvo inconcluso, y revela implícitamente la imposibilidad de controlar un futuro aún incierto con el trauma detrás.
La obra fue expuesta dentro de la curatoría propia “Postrauma” entre diciembre de 2018 y febrero de 2019 en Sala Gasco [Santiago, Chile]